miércoles, 9 de marzo de 2011

Río Negro con la soja al cuello


El avance la soja transgénica en beneficio del mercado chino sigue avanzando en nuestro país a pasos agigantados, y como siempre depredando todo lo que encuentra en su camino, y sin ningún tipo de control. Ahora llegó a Río Negro, y las protestas no se hacen esperar.


Se trata de un acuerdo firmado por la provincia y China para sembrar 240 mil hectáreas, el doble de la actual superficie rionegrina dedicada a la agricultura, considerada por el oficialismo como “la iniciativa más importante de la historia provincial”. La provincia cede 3000 hectáreas sin costo alguno, compromete 240 mil, otorga un sector del puerto provincial durante al menos 50 años, promete la sanción de leyes que beneficien la “inversión” y obliga al Estado provincial a cubrir los costos de oficinas, viviendas y transportes de los técnicos de la empresa china.

En octubre último, el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, viajó a China. En los medios de comunicación de la provincia sonaba desde hacía meses la posibilidad de un contrato comercial con ese país. El acuerdo fue celebrado bajo el título de "Acuerdo de cooperación para el proyecto de inversión agroalimenticio": ése es el nombre formal del documento que vincula a la provincia y a la empresa estatal china Heilongjiang Beidahuang State Farms Business Trade Group, representada en Argentina por Strong Energy.

Para muestras, bastan estos botones:
_Punto 6: "La parte A (gobierno de Río Negro) realizará todos los trámites a fin de aplicar las normas que exceptúen de todos los impuestos provinciales, tasas, ingresos brutos, sellos, patentes, etc."
_Punto 7: "(Río Negro) gestionará ante el gobierno nacional y el Banco Nación a fin de que los fondos de inversión de B (China) no estén alcanzados por encajes bancarios"
_Carilla 11: "El Estado provincial se compromete a “ofrecer la mejor política de inversión, brindando garantía mediante la creación de leyes”. El párrafo siguiente es al menos llamativo: los capitales chinos se comprometen a instalarse en la provincia, pero “el Estado de Río Negro se compromete a brindar sin cargo algunos espacios para la oficina y vivienda, como también los medios de transporte y equipamiento para la oficina"

El ítem once obliga a la provincia a “poner a disposición (privada) todos los técnicos de aguas” que se desempeñen en el Estado y los estudios que existan sobre el tema. También compromete que la “futura explotación” se realizará en 50 mil hectáreas de Valle de Colonia Josefa, 74 mil hectáreas de Valle de Negro Muerto, 38 mil de Guardia Mitre, 31.500 de Margen Norte y 41 mil de Valle La Japonesa. Un total de 234.500 hectáreas rionegrinas. Desde el Gobierno aclaran que la superficie bajo riego podría extenderse a las 320 mil hectáreas.

El acuerdo destaca que China enviará “especialistas” para investigar la forma de inversión, pero “todos los gastos originados durante el período de estudio serán solventados por A (gobierno de Río Negro)”.

También se obliga al propio Estado de Río Negro a “brindar sin cargo alguno 3000 hectáreas de tierra para un campo experimental”, y ceder “sin cargo alguno parte de la zona portuaria, cinco hectáreas”. Esta cesión del área estratégica de la provincia será durante 50 años y, una vez cumplido el plazo, siempre según lo firmado por el gobernador, “se renovará automáticamente”.

Los capitales chinos sólo se comprometen a realizar las “tareas correspondientes a asegurar la siembra que seleccione” y a invertir, en un plazo no estipulado, 20 millones de dólares. Los funcionarios provinciales, incluso el gobernador, difundieron que la inversión sería de 100 millones de dólares, pero en ninguna parte del acuerdo se explicita esa cifra.

En otras palabras: los chinos meten soja y más soja, depredan la tierra... y el gobierno provincial los recibe con lo brazos bien abiertos y les paga la estadía. De no ser porque la economía de una Provincia y la salud de la gente está en juego sería para morirse de risa.

Pero afortunadamente hay gente que no se queda de brazos cruzados. La Red Nacional de Acción Ecologista (Renace) afirmó que el acuerdo entre Río Negro y China pone en “riesgo” a la provincia, declaró el “estado de alerta” y describió al proyecto en un proceso global que experimenta el país: “Argentina está viviendo el secuestro de tierras para la producción industrial de agrocombustibles y soja transgénica para forraje. Esto se agrava cuando se amplía la frontera agropecuaria y se producen los desmontes, las inundaciones, el desarraigo de los pobladores y los intoxicados por agrotóxicos”, denunció la Red y sostuvo que la “entrega de 320 mil hectáreas de suelo rionegrino para la potestad y criterio productivo de la República China está vinculada con la pérdida de soberanía nacional, territorial y alimentaria”.

Doce organizaciones agrupadas en “Ni soja ni China” denuncian la pérdida de suelos fértiles y biodiversidad, y hacen hincapié en los “desalojos violentos y corrimiento de alambrados” en perjuicio de pueblos originarios. Entre los autores figuran el Consejo Asesor Indígena (CAI), la APDH, Unter (sindicado docente provincial), Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y los partidos Socialista, Humanista y Proyecto Sur.

Esperemos que esto se puede revertir. El modelo agroexportado debe quedar definitivamente en el pasado. Las economías deben fortalecer la soberanía alimentaria y la producción nacional, no el saqueo en manos foráneas.

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