viernes, 18 de marzo de 2011

Grandes presidentes latinoamericanos: João Goulart


Sigue nuestro recorrido para recordar a aquellos grandes presidentes que dio este lado del orbe. Vamos a Brasil para recordar al último presidente democrático antes del golpe del 64 y que fue asesinado en el marco del Plan Cóndor. Su delito fue ser muy de izquierda.


Jango (como se lo conocía popularmente) nació el 1 de marzo de 1918 en Rio Grande do Sul, hijo de una familia terrateniente. Su nombre completo era João Belchior Marques Goulart. Estudio derecho en la Universidad de Porto Alegre e inicia su carrera política en 1950 al ser elegido diputado federal.

Su carrera sería bastante respetable: fue Ministro de Trabajo de Getulio Vargas entre 1953 y 1954 y lider del PTB (Partido Trabalhista Brasileiro), el partido de Vargas. Luego fue vicepresidente de Juscelino Kubitschek en 1955 y de Jânio Quadros en 1961 (en aquella época la elección a presidente y vicepresidente eran separadas). Durante este período se caracterizó por su defensa a la intervención estatal y su apoyo a los reclamos obreros por salarios dignos.

La presidencia se le presentó por renuncia, gracias a uno de los hechos más particular de la historia brasileña del siglo XX. Janio Quadros asume en enero de 1961, pero no gana su candidato a vicepresidente. Quadros comienza a tomar medidas extrañas, como la prohibición de las bikinis y las riñas de gallos o la reglamentación de los juegos de naipes, además de que se comunicaba con sus ministros mediante esquemas. Aunque también hizo cosas más terribles, como reprimir movimientos obreros y campesinos y realizar políticas de ajuste y restricción de créditos. Por eso perdió el apoyo de la izquierda.
La derecha también le soltó el apoyo, luego de que restablezca las relaciones con Cuba y la URSS, y recibiera en su país a Ernesto Guevara y le entragara una condecoración. De esta manera Quadros se quedaba totalmente sólo en la política.
Visto eso se le ocurrió renunciar a la presidencia el 25 de agosto de 1961, con la idea de que la Legislatura no la acepte y le entregue superpoderes, o al menos, de retornar al poder por aclamación popular. De más está decir que no le sirvió para nada, y que la Legislaturaque llamó a sustituirlo en su cargo al vice presidente, a Jango, que es quien nos interesa.

Dejando en claro su posición democrática, lo primero que hizo fue favorecer la creación de un régimen parlamentario. Tras negociar con las FFAA y la oposición de derecha, terminó aplicando un sistema en el cual el presidente de Brasil se sujetaría a las decisiones del Congreso, renunciando a diversos poderes. Pero en 1963 llamó a un plebiscito popular, en donde se retornó al presidencialismo.

Presidencialismo o parlamentarismos aparte, su plan de gobierno incluía profundo cambios en el sistema política y económico brasileño. Las llamo "reformas de base", e incluía una reforma educativa (con el objetivo de luchar contra el analfabetismo, multiplicando las experiencias nacionales de Paulo Freire; el gobierno también propone llevar a cabo una reforma universitaria y se le prohibió el funcionamiento de las escuelas privadas; Se buscaba que el 15% de los ingresos producidos en el país sería dirigido a la educación), reforma fiscal (control de repatriación de los beneficios de las empresas multinacionales en el extranjero, estableciendo que los beneficios deben ser reinvertidos en el país; impuesto sobre la renta proporcional al beneficio personal), reforma electoral (ampliación del derecho de voto a los analfabetos y los soldados de bajo rango), reforma agraria (las tierras de más de 600 hectáreas serían expropiadas y redistribuidas por el gobierno) y reforma urbana (se estipuló que la gente tenía más de una casa sólo podían tener una, las demás seran donadas al Estado o vendidas a bajo precio).

En el plano exterior mantuvo más acercamientos con Cuba, la URSS y los países del bloque del este. El famoso cosomonauta Yuri Gagaron visitó Brasil en ese entonces.
Y en el plano de las alianzas, Jango tenía como aliados a los Partidos Comunista y Socialista. Y, como es obvio, tuvo grandes peleas con la oposición derechista y el grueso de las fuerzas armadas. El Congreso rechazó sus reformas de base,  pero eso no impidió que durante su gobierno llevara a cabo medidas similares a las ya expuestas, como Decreto N º 53.700 del 13 de marzo de 1964 que estipulaba:

"Declara de interés social para la expropiación las zonas rurales que flanquean las carreteras federales, las camas del ferrocarril nacional, y las tierras beneficiadas o recuperadas por la Unión para obras de inversión exclusiva en el riego, el drenaje y la construcción de presas, actualmente sin explotar o explotadas en contra la función social de la propiedad, y otros asuntos".

Obviamente tanta dignidad no podía quedar impune. La prensa, la oposición y las fuerzas armadas lo tenían entrecejas. Súmese a esto la marcha de marzo de ese mismo año de las Familias con Dios por la libertad que temían que llegara el comunismo y que sirvieron para movilizar aún más a la opinión pública.

El 31 de marzo finalmente se efectúa el golpe. A horas de la mañana las tropas se empiezan a movilizar, a y a la noche le llega una llamda al presidente para pedirle que renunciara o destituyera a sus asesores de izquierda, pero éste se negó a tal pedido, recriminando al general Amaury Kruel por pedirle una decisión humillante para un presidente, declarando inclusive Goulart: "General, Usted debe aferrarse a sus convicciones. Ponga sus tropas en la calle y traicioneme públicamente". Tras el intento fallido del general Kruel, las tropas paulistas se unieron al golpe.

Jango estaba sólo: sus fuerzas militares leales del sur estaban en su mayoría de vacaciones, el Congreso le niega su apoyo, y en consecuencia viaja por Rio de Janeiro y Porto Alegre, con la idea de resisitr el golpe, pero negándose a atacar militarmente a los golpistas, por temor a una guerra civil. Finalmente es destituído por el Congreso, y se refugia en el sur en una hacienda de su familia.
Tras el golpe se ve forzado a exiliarse en Uruguay, y en 1973 por invitación de Perón se asila en la Argentina. Allí sufre un intento de atentado por parte de la Triple A, por lo que decide dejar de tener contacto con el Gobierno argentino y asentarse en Corrientes, donde muere el 6 de diciembre de 1976.

La primera razón expuesta oficialmente fue un paro cardíaco, pero hasta el día de hoy existe la fuerte sospecha de que fue envenenado en el marco del Plan Cóndor. Eso es confirmado por militares uruguayos. “No me acuerdo si usamos Isordil, Adelpan o Nifodin. Conseguimos colocar un comprimido en los remedios importados de Francia. Goulart no podía ser examinado por 48 horas o esa sustancia sería detectada”, reconoció el represor Neira Barreiro.

Fue seputado en su ciudad natal, Sao Borja, en Río Grande do Sul, aunque las noticias de su funeral (al cual acudieron varios miles de personas) fueron censuradas por la dictadura militar brasilera.

Sirva esto como homenaje a uno de los más grandes presidentes brasileños y latinoamericanos de la Historia.

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