Los medios ya se olvidaron de Egipto y Túnez, y a duras penas siguen hablando algo para justificar su invasión en Libia. Pero en el resto del mundo árabe las cosas siguen al rojo vivo.
Mientras la guerra civil sigue en Libia, en otros países de la región hay bastante despelote.
Bahrein es un ejemplo. Desde hace tiempo hay manifestaciones, y, como no puede ser de otra manera, la monarquía las reprime duramente. Pero en este caso la represión es regional, porque para hacerlo pidieron la ayuda de sus amigos saudíes, que enviaron soldados, y el gobierno de Bahrein declaró al mismo tiempo la ley marcial. Para los manifestantes es una declaración de guerra.
En Yemén también han habido protestas muy duras, que llevaron a una feroz represión que terminó con cinco muertos. Y la cosa viene en serio: se intentó asesinar a un Gobernador, murieron cuatro soldados y se atentó contra un oleoducto.
¿Cobertura mediática? Bien, gracias.
¿Y Occidente? Nada, sólamente siguen amagando con Libia, y Hillary está de gira por Francia, Túnez y Egipto para sacarse fotos y para controlar que sus títeres no le den bolilla a las protestas populares.
Así que mis amigos, la Primavera Árabe todavía sigue.
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