martes, 15 de marzo de 2011

Canciones rebeldes: A las barricadas


Inauguración de sección este martes. Un homenaje a aquellas canciones de militancia que son clásicos en toda revolución. Hoy vamos con un himno anarquista conocido fundamentalmente a partir de la Guerra Civil Española, pero que tiene una historia más que interesante: A las barricadas.


A las barricadas es el título con el que se conoce una de las más populares canciones relacionadas con el anarcosindicalismo de España durante la Guerra Civil y la Revolución Española de 1936. Actualmente es también el himno de la Confederación Nacional del Trabajo y de la Confederación General del Trabajo (de España, se entiende).

La compuso, basándose en temas populares (La marcha de los zuavos o Les hussards de Bercheny), Wacław Święcicki (1848- 1900), sindicalista y poeta polaco, durante su estancia en prisión en Varsovia por haber participado en las luchas contra la ocupación zarista. Apareció publicada por primera vez en 1883 en el primer número de la revista ilegal Proletariado. Su título original es Warszawianka (Varsoviana).

Generalmente la canción es también conocida como Warszawianka 1905, debido a que el Primero de Mayo de ese año la canción fue oficialmente tomada por los trabajadores como su himno.

Se dio a conocer públicamente el 2 de marzo de 1885 en la capital polaca durante una manifestación y rápidamente se difundió por toda Europa, especialmente en Alemania y Rusia, hasta el punto de convertirse en el himno internacional revolucionario sustituyendo a La Marsellesa; años después este papel recaerá en La Internacional (a la que por supuesto le dedicaremos una entrada en el futuro).

La Revolución Rusa contribuyó a que se popularizara aún más la Varsoviana pues se convirtió en un canto bolchevique. Años después fue acogida en España por la CNT, que la convirtió en su himno confederal en sustitución de Hijos del pueblo (otra canción a la que le dedicaremos una entrada).

Con el nombre Marcha triunfal y subtítulo ¡A las barricadas!, se publicó la partitura, en noviembre de 1933, en el suplemento de la revista Tierra y Libertad de Barcelona. Los arreglos musicales para coro mixto los hizo Ángel Miret y la adaptación de la letra al español Valeriano Orobón Fernández (nacido en La Cistérniga, Valladolid).

Esta es su letra más conocida

Negras tormentas agitan los aires,
nubes oscuras nos impiden ver,
aunque nos espere el dolor y la muerte,
contra el enemigo nos llama el deber.
El bien más preciado es la libertad.
hay que defenderla con fe y valor.
Alza la bandera revolucionaria,
que del triunfo sin cesar nos lleva en pos.
Alza la bandera revolucionaria,
que del triunfo sin cesar nos lleva en pos.
¡En pie pueblo obrero, a la batalla!
¡Hay que derrocar a la reacción!
¡A las barricadas! ¡A las barricadas
por el triunfo de la Confederación!
¡A las barricadas! ¡A las barricadas
por el triunfo de la Confederación!

Y esta su letra original, que por lo visto es más largo:

Śmiało podnieśmy sztandar nasz w górę,
Choć burza wrogich żywiołów wyje,
Choć nas dziś gnębią siły ponure,
Chociaż niepewne jutro niczyje.
O, bo to sztandar całej ludzkości,
To hasło święte, pieśń zmartwychwstania,
To tryumf pracy, sprawiedliwości,
To zorza wszystkich ludów zbratania!

Naprzód Warszawo!
Na walkę krwawą,(bis)
Świętą a prawą!
Marsz, marsz, Warszawo!

Dziś, gdy roboczy lud ginie z głodu,
Zbrodnią w rozkoszy tonąć jak w błocie,
I hańba temu, kto z nas za młodu,
Lęka się stanąć choć na szafocie!
O, nie bez śladu każdy z tych skona,
Co życie sprawie oddają w darze,
Bo nasz zwycięski śpiew ich imiona
Milionom ludzi ku czci przekaże!

Naprzód Warszawo!
Na walkę krwawą,(bis)
Świętą a prawą!
Marsz, marsz, Warszawo!

Hurra! Zerwijmy z carów korony,
Gdy ludy dotąd chodzą w cierniowej,
I w krwi zatopmy nadgniłe trony,
Spurpurowiałe we krwi ludowej!
Ha! Zemsta straszna dzisiejszym katom,
Co wysysają życie z milionów.
Ha! Zemsta carom i plutokratom,
A przyjdzie żniwo przyszłości plonów!

Traducción:

Levanta valientemente la bander en alto
A pesar de las tormentas extranjeras que están soplando
A pesar de que las fuerzas de la oscuridad nos oprimen,
A pesar de que mañana nadie está seguro.
Oh, esto es la bandera de la humanidad entera,
La llamada sagrada, la canción de la resurrección,
Es el triunfo del trabajo y la justicia,
¡Es el amanecer de la hermandad de todos los pueblos!

¡Adelante, Varsovia!
Para la lucha sangrienta, (bis)
¡Sagrado y justos!
¡Marcha, marcha, Varsovia!

Hoy, cuando los trabajadores se mueren de hambre,
Regocijarse profundamente es un crimen aberrante
Y maldito sea entre nosotros, quien en su juventud
Tenga miedo de estar de pié en el patíbulo
Oh, nunca olvidaré la muerte de ellos,
Que dieron su vida por la causa,
Debido a que nuestro canto victorioso hará
Que su nombre sea honrado por millones de personas!

Adelante, Varsovia!
Para la lucha sangrienta, (bis)
Sagrado y justos!
Marcha, marcha, Varsovia!

¡Hurra! Derribar la corona de los zares,
Cuando la gente está usando la de espinas.
Vamos a ahogar en sangre el trono podrido,
¡Púrpura con la sangre del pueblo!
¡Ja! Retador venganza de verdugos de hoy,
Chupando la vida de millones de personas.
¡Ja! La venganza de los zares y plutócratas,
Y la cosecha el futuro de los cultivos se ven!

Por tanto, vemos que la canción en su intención original no era anarquista, si no que era más bien un tema de característica patriótica y socialista.

También hay una versión rusa, llamada Varshavyanka, muy popular entre los revolucionarios de 1905. Su traducción es similar a la letra original, pero no idéntica:

Torbellinos hostiles flotaba sobre nosotros,
Las fuerzas oscuras han oprimido brutalmente
Hemos entrado en una fatídica batalla con los enemigos
Seguimos esperando el destino oscuro.
Pero nosotros vamos a levantar con orgullo y valentía
La bandera de la lucha por la causa de los trabajadores,
La bandera de la gran lucha de todos los pueblos
Por un mundo mejor para la santa libertad.

En la sangrienta batalla,
Santo y Derecho
De marcha, marcha hacia adelante,
Los trabajadores.

Muere en estos días de hambre de los trabajadores
¿Vamos, hermanos, a permanecer en silencio?
Nuestros compañeros jóvenes
¿Pueden asustarse en el patíbulo?
En la gran batalla no perecieron sin dejar rastro
Caídos con honor en nombre de las ideas.
Sus nombres en las canciones de nuestra victoria
Se convierten en sagrados para millones de personas.

No nos gusta la corona tiranos
La gente de rinde homenaje a la víctima.
Con tronos empapado de sangre
Sangre de nuestros enemigos!
La muerte de un enemigo implacable a todos!
Todos los parásitos de las masas trabajadoras!
La venganza y la muerte a todos los reyes-plutócratas!
Estamos cerca de ganar una hora solemne.

(Sepan disculpar la traducción vía Google)

En este caso prima el internacionalismo y el sentido proletario. De ahí a pasar a ser himno anarquista español en la década del '30 fue sólo un paso.

Así es la historia de uno de los temas más famosos del anarquismo, que tuvo origen como una canción patriótica, pero que pasó por un proceso de cambio en manos bolcheviques, para terminar en su versión más conocida.

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