viernes, 11 de marzo de 2011

Grandes presidentes latinoamericanos: Héctor J. Cámpora


Llega esta sección al blog, dedicado a homenajear a aquellos presidentes de Latinoamérica que hicieron grandes cosas por su país y por la Patria Grande. En este caso vamos a recordar a uno que duró poco, pero con el cual se vivió una Primavera inolvidable.


Héctor Julián Cámpora nació el 26 de marzo de 1909 en Mercedes, Provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia adinerada. Se recibió de odontólogo en la Universidad de Córdoba, al mismo tiempo que ejercía su actividad política como lider estudiantil (aunque apartidario), comenzando así su carrera política. En 1944 fue elegido Intendente de San Andrés de Giles, donde vivía radicado con su esposa, y en donde dirigía un club deportivo de extracción popular (Club Almafuerte).

Desde un primer momento adhirió al peronismo. En 1944 fue designado. En 1944 fue designado comisionado municipal por el gobierno surgido del golpe militar del 4 de junio de 1943 y conoció a Juan Domingo Perón. Luego integró un agrupamiento independiente que, junto al laborismo y los radicales agrupados en la Junta Renovadora, contribuyó al triunfo electoral de Perón en 1946.

Durante el primer gobierno de Perón fue diputado, presidiendo la Cámara entre 1948 y 1952. En 1953, al darse cuenta que no sería reelegido en su cargo, le pidió al Presidente que interviniese, pero este se negó (cosa que él atribuyó a una maniobra del Secretario de Asuntos Políticos de la Presidencia de la Nación Román Alfredo Subiza). Y ese mismo año fue una gira por 17 países como embajador plenipotenciario.

Con el triunfo de la Libertadora, el Tío permanece oculto unos días y luego es detenido por "corrupción y malversación de fondos" y de haberle otorgado a Perón poderes anti-constitucional. Es enviado entonces al penal de Ushuaia, de donde se fugó, junto a otros peronistas, en 1958 hacia Chile, en donde permaneció exiliado durante varios años.

Eran tiempos duros en la Argentina para ser peronista. A la Libertadora, que prohibía incluso nombrar a don Juan Domingo, se le sumaba la proscripción contra el partido, la división en la UCR entre quienes lo apoyaban y quienes no, las divisiones que también por la misma causa llegaban al ejército, el aumento de la actividad peronista ilegal y la constante presión militar.

En 1971 Perón lo designa delegado personal, y desde la Argentina lleva a cabo con éxito el operativo para el regreso del General, en el marco del levantamiento de la proscripción hecho por el gobierno de Lanusse.

Cámpora logró todos los objetivos que allanaron las condiciones para el retorno triunfal del peronismo, y de Perón a la legalidad y a la escena política. Reorganizó el movimiento, creando la rama juvenil (que representaba el creciente peso de la izquierda peronista, en particular la organización político-militar Montoneros) y logrando la afiliación masiva en todos los sectores. El peronismo integró junto con otros partidos un espacio de diálogo que denominaron "La Hora del Pueblo", uno de cuyos objetivos era la de unificar las acciones políticas frente al gobierno militar, en tanto que al mismo tiempo cerraba acuerdos con otros partidos políticos más pequeños, para integrar un frente electoral que inicialmente se llamó "Frecilina" (Frente Cívico de Liberación Nacional) para luego tomar la denominación de Frente Justicialista de Liberación Nacional (FreJuLi). Aceitó acuerdos con el sector empresario, a través de la Confederación General Económica, dirigida por José Ber Gelbard. Además, logró el primer retorno de Perón en 17 años con total éxito, protegiendo la seguridad física de El General e inclusive se encargó de agenciarle una residencia en el país. En otras palabras, toda una vocación democrática.

Perón desde el exilio en España tomó la decisión de que Cámpora fuera el candidato para Presidente de la Argentina por el peronismo,[5] dado que por la proscripción él no podía presentarse. Héctor Cámpora se presentó en las elecciones de marzo de 1973 como candidato a presidente de Argentina por el FreJuLi. Llevó como vicepresidente a Vicente Solano Lima, del Partido Conservador Popular, desgajamiento del antiguo conservadurismo de la Provincia de Buenos Aires.

Ganó las elecciones con más del 49.5% de los votos. El líder radical, Ricardo Balbín, había salido segundo con un 21,3%, y, como el FreJuLi no había obtenido más del 50% de los votos tenía que realizarse un ballotage entre la primera y segunda fuerza. Sin embargo, Balbín reconoció la victoria de Cámpora y renunció al ballotage.

Cámpora asumió el 25 de mayo de 1973, dándose así por finalizado el período dictatorial de la autoproclamada Revolución Argentina (el cantito que más sonaba en aquel entonces, y que sonaría mucho diez años más, era "Se van, se van, y nunca volverán"). Acudieron al acto de investidura, entre otros, el entonces presidente socialista de Chile, Salvador Allende, y el de Cuba, Osvaldo Dorticós. En la tradicional Plaza de Mayo, se concentraron para recibirlo más de un millón de personas.

Ese día, Cámpora, custodiado a la par de cientos de seguidores, asumió la Presidencia y en su discurso inaugural dijo:

"Abrigo la esperanza de dar término a mis funciones acompañado por el afecto de mis compañeros y de mis amigos, y el respeto de mis adversarios. Sé que he de lograrlo, como ha sido hasta ahora, porque trataré, con honestidad, de hacer lo que el Pueblo quiere"

Uno de sus hechos más recordados fue la amnistía a los presos políticos. Tras una enorme movilización frente la cárcel de Devoto que casi termina en la toma de la cárcel, pero que no llegó a mayores por la intercesión de los dirigentes del ERP y Montoneros que calmaban a los manifestantes. El gobierno prefería promover la ley de amnistía que había prometido durante la campaña electoral más que recurrir al indulto y aparecer cediendo a una presión pero, sobre todo, quería evitar reprimir a los manifestantes. Ese 25 de mayo (el mismo día que asumía) se firmó la liberacion de los presos, y dos días después, se sancionó la ley de amnistía, que comprendía a los autores de delitos políticos así como "los cometidos con motivo o en ocasión de una huelga, un paro, ocupación de fábrica u otra medida de fuerza o para servir a estos" y disponía que "en razón de la amnistía que se concede nadie podrá ser interrogado, investigado, citado a comparecer ni obligado a soportar ninguna molestia".

Las organizaciones guerrilleras no tuvieron actitudes abiertamente hostiles hacia Cámpora. Montoneros y la guerrilla peronista en general tuvieron una buena relación. Se reunieron con el presidente el 13 de junio de ese año, y creían que estaba ya listo el regreso de Perón, por lo que la lucha ya estaba cerca de terminar.

El ERP en cambio siguió con sus actividades armadas, pero no contra el Gobierno, si no contra las Fuerzas Armadas, empresarios extranjeros y Fuerzas de Seguridad en caso de que participasen en la represión anti-obrera. El objetivo por ellos declarado no era derrocar al gobierno de Cámpora, si no preservar la democracia ante las amenazas golpistas (dos años antes había sido el golpe en Bolivia, y ese mismo año fueron en Chile y Uruguay).

Todas estas cosas hacían hervir la sangre de la derecha peronista, y a esto hay que sumarle otras medidas, como el reestablecimiento de las relaciones con Cuba y el comercio de alimentos con ellos rompiendo el bloqueo yanqui.

Sus políticas económicas, encabezadas por el ministro José Ber Gelbard, tendían a la economía nacionalista del primer gobierno peronista. Se procuró establecer un pacto social entre la Confederación General del Trabajo, el empresariado nacional y el Estado, lo que incluía un aumento de salarios y el congelamiento de precios. Se retornó a los lineamientos económicos de los anteriores gobiernos de Perón, con una política nacionalista, estatista y distribucionista. De más está decir que nada de eso se implementó, y que el ministro Ber Gelbard, que duraría hasta la presidencia de Perón, no tenía apoyo para sus propuestas, y que el Pacto Social se iría al demonio.

El gobierno de Cámpora era un sueño hecho realidad para la izquierda peronista que había sido fusilada, torturada y hecha desaparecer durante los últimos 18 años, y para otros sectores de izquierda, era mucho más digerible que cualquier otro gobierno. Pero no lo era así para la derecha peronista, representada por la CGT, por el Ministro de Bienestar Social José López Rega, y para el propio Perón, que desde España ya empezaba a alejarse de aquella "juventud maravillosa" y aquellas "formaciones especiales".

Cámpora permite el regreso de Perón al país, y cuando retorna tiene lugar la Masacre de Ezeiza, que deja en claro que la derecha peronista no estaba jugando. A los pocos días renuncia junto al vicepresidente para dejar vía libre a las elecciones. Asume interinamente Raúl Lastiri, Presidente de la Cámara de Diputados y yerno de López Rega, que retorna a las políticas derechistas anti-subversión. El retorno de Perón termina por confirmar ese viraje a la derecha.

Cámpora después de dejar la presidencia se fue a México donde ejerció algún tiempo como embajador, y volvió pronto a la Argentina sin funciones. Con el comienzo de la dictadura se va a la embajada mexicana en Buenos Aires. Gravemente enfermo por el cáncer en 1979 el gobierno procesista le permite viajar a México. Allí es recibido por el presidente López Portillo, y muere al poco tiempo, el 19 de diciembre de 1980.

Es una pena que su Gobierno haya terminado de una manera tan poco digna. El Presidente que volvía a ganar legitimamente tras 18 años de proscripciones y persecuciones tenía un perfil progresista y democrático, que llenaba de ilusiones a la juventud, pero era inaceptable para las oligarquías y los intolerantes de siempre, y por las traiciones dentro del propio peronismo, que ya no era el mismo del 17 de octubre del '45. Como bien se dice, una Primavera.

Hoy en día hay distintos homenajes. Una autopista en la Ciudad de Buenos Aires y un salón del Senado Bonaerense lleva su nombre. También existe la agrupación juvenil peronista La Cámpora, dirigida por Máximo Kirchner, y en las elecciones de 2007 Alberto Rodríguez Saa se presentó como candidato del Frente Justicialista Unión y Libertad, cuyas siglas serían FREJULI, como la del frente del '73.

Desde este blog un homenaje a uno de los más grandes presidentes que ha tenido este país.

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