La amenaza se concretó. Comenzó otra cruzada de la civilización occidental para liberar a un "pueblo de la opresión". Los guardianes de la libertad y el Premio Nóbel de la Paz muestran otra vez su poderío bélico atacando un país, y la ONU como chivo expiatorio para las potencias.
Ayer a la tarde empezaron los bombardeos anglo-yanqui-franceses contra Libia, mientras Obama estaba en Brasil. La operación recibió por el Pentágono el poético nombre de Odisea al Amanecer. Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega, Qatar y Canadá anunciaron su participacíón. Italia también, lo mismo que España. En este lado del orbe, Colombia expresó su satisfacción. La OTAN se está preparando.
De otro lado de la vereda, Rusia, Venezuela, Cuba y Bolivia se oponen a la invasión. Se suman también los rechazos de China, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Nicaragua. Argentina expresó una lígera oposición, y Brasil sigue sin decir nada.
Siguen todavía los bombardeos que dejaron decenas de muertos y que provocaron la huída de civiles. Según informan atacaron hospitales. Y aún así creen que la primera fase fue "exitosa".
Esperemos ante todo una victoria del pueblo libio, y el fin inmediato de este atropello contra la soberanía del pueblo libio. Ya basta de invasiones imperialistas.
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