sábado, 30 de abril de 2011

El adiós a Ernesto Sábato


Se nos fue hoy uno de los mayores referentes de nuestra cultura y una de las mentes más brillantes de la literatura universal. En este post y a modo de homenaje recordaremos sus posiciones políticas, las cuales no estuvieron exentas de contradicciones, pero también de rectificaciones.


Hombre de ciencia en sus orígenes, luego dedicado de lleno a la literatura. Autor de Sobre héroes y tumbas, El tunel y Abadón el extrminador, e innumerables ensayos. Ganador del Premio Cervantes en 1984. Nacido en 1911 y muerto en 2011 semanas antes de cumplir los 100 años.

En su juventud militó en el comunismo y llegó a ser el Secretario General de la Federación Juvenil Comunista. La abandonó luego de desilusionarse por el estalinismo.

Detractor del peronismo, Sabato fue uno de los primeros en aportar una interpretación al gobierno del General Juan Domingo Perón tras el derrocamiento de su segundo gobierno, el cual apareció publicado bajo el título de El otro rostro del peronismo en 1956. En este ensayo, Sabato criticó duramente al peronismo sosteniendo que "el motor de la historia es el resentimiento que, en el caso argentino, se acumula desde el indio, el gaucho, el gringo, el inmigrante y el trabajador moderno, hasta conformar el germen del peronista, el principal resentido y olvidado".

Criticó a Perón acusándolo de demagogia y fascismo, además de inescrupuloso y explotador. Rescató en cambio la figura de Eva Perón, a quien consideró una verdadera revolucionaria. Posteriormente, Sabato no quiso reeditar el El otro rostro del peronismo; y para 1987, cuando se publicaron sus Obras Completas se aseguró en el prefacio que este ensayo sería publicado en un nuevo tomo de escritos políticos que hasta el día de hoy no fue editado.

El 19 de mayo de 1976, Jorge Rafael Videla protagonizó un almuerzo con un grupo de intelectuales argentinos, entre los que se contaban Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges, Horacio Esteban Ratti y el padre Leonardo Castellani. Este episodio le traería numerosas críticas en los años siguientes, tal como ocurrió con Mirtha Legrand o Juan Manuel Fangio en casos similares. Entre sus detractores se contó al escritor anarquista Osvaldo Bayer, quien acusaría a Sabato de "formar parte de la hipocresía argentina". Lejos de cualquier tipo de obsecuencia, Sabato publicó en 1979 Apologías y Rechazos, siete extensos ensayos sobre los males de la educación, en los que desafió a la censura impuesta por la dictadura militar en la Argentina.

Una vez terminada la dictadura militar, presidió la CONADEP, una comisión encargada de investigar las violaciones a los derechos humanos ocurridos en la Argentina entre 1976 y 1983 a manos del Proceso de Reorganización Nacional. Esa investigación y posterior informe fueron plasmados en el sobrecogedor libro Nunca Más, conocido mundialmente como Informe Sabato, en el que se recogen los testimonios de las desapariciones y muertes de personas durante la dictadura militar. El número de desaparecidos que estableció ese informe quedó fijado en 8960, dejando constancia de que "esta cifra no puede considerarse definitiva, toda vez que la CONADEP ha comprobado que son muchos los casos de desapariciones que no fueron denunciados". Así mismo, la CONADEP constató que "existieron 340 centros clandestinos de detención" a lo largo de todo el territorio argentino, donde tuvieron lugar torturas y ejecuciones. El informe incluyó además la descripción detallada de los métodos de tortura.

El 20 de septiembre de 1984, Sábato entregó al presidente Raúl Ricardo Alfonsín el informe de la comisión. Ese día, los organismos de derechos humanos convocaron a una concentración para respaldar dicha ceremonia, a la que acudieron cerca de 70.000 personas. Adhirieron a esa marcha el Servicio de Paz y Justicia (SerPaJ) liderado por Adolfo Pérez Esquivel, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y la agrupación Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas (FDDRP).

Con los años, la casi totalidad de organismos de derechos humanos defendieron y auspiciaron el informe Nunca Más en sus continuas reediciones. Algunos autores ponderan que el tiempo pareció potenciar las virtudes del informe, muy posiblemente debido al efecto profundo que causó en la sociedad argentina en los años posteriores a su divulgación.

El Informe Sabato abriría las puertas para el juicio a las Juntas de la dictadura militar. Más tarde, Sabato condenó públicamente los doscientos ochenta indultos otorgados en 1989 a civiles y militares implicados en torturas, muertes y desapariciones durante el período de la dictadura en la Argentina.

En sus últimos escritos y apariciones públicas, declaró considerar que "es desde una actitud anarcocristiana que habremos de encaminar la vida". Ha dicho: "¡Yo soy un anarquista! Un anarquista en el sentido mejor de la palabra. La gente cree que anarquista es el que pone bombas, pero anarquistas han sido los grandes espíritus como, por ejemplo León Tolstoi".

Luego de su deserción del socialismo de Estado, Sabato ha abogado en general por una sociedad basada en la libertad individual y la asociación libre, en el cooperativismo en la ciencia y la economía, y en la descentralización política. Ha dicho: "La formidable crisis del hombre, esta crisis total, está sirviendo al menos para reconsiderar los modelos. Y no es casualidad que en diferentes partes del mundo empiece a reivindicarse otro tipo de socialismo, más cercano a aquel que preconizaba Proudhon, o al que en nuestros tiempos han sostenido espíritus nobles y lúcidos como Mounier, entre los cristianos y Bertrand Russell, entre los agnósticos. [...] Un socialismo que respete la persona, que termine con la alienación y la sociedad de consumo, que termine con la miseria física pero también con la espiritual, que ponga la técnica y la ciencia al servicio del hombre y no, como está sucediendo, el hombre al servicio de aquellas. Un socialismo descentralizado que evite los pavorosos males del superestado, de la policía secreta y de los campos de concentración [...]".

En 2004, en una emotiva ceremonia, recibió un homenaje por parte del III Congreso Internacional de la Lengua Española en presencia de Cristina Fernández de Kirchner y José Saramago. Después, la Real Academia Española lo homenajeó también y en 2005 fue distinguido en el Colegio Nacional de la Plata. Recientemente, brindó su apoyo y se unió a la amplia lista de prominentes figuras de América Latina que manifestaron su apoyo a la independencia de Puerto Rico a través de su adhesión a la Proclama de Panamá aprobada por unanimidad en el Congreso Latinoamericano y Caribeño por la Independencia de Puerto Rico celebrado en Panamá en noviembre de 2006.

Sirva esto como otro pequeño homenaje.

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