viernes, 29 de abril de 2011

Los derechos de los animales también deben ser de izquierda


En este nuevo Día del Animal me permito escribir un artículo al respecto. El ecologismo y el activismo por los animales debe formar parte de nuestras reivindicaciones sociales y culturales, más allá de compartir o no todas las posturas de las organizaciones dedicadas de lleno a eso.


Por supuesto que en lo global la protección de los derechos del animal es un asunto menor. Si en este mundo no se respetan los Derechos Humanos es de necios pensar que si se respetarían los de los animales. Pero no por eso debemos olvidarnos totalmente de ésto.

El hombre es, hasta ahora, el único ser vivo conciente y con voluntad sobre la tierra. Por su inteligencia es el único animal que puede ejercer su dominio sobre su medio y sobre otras especies animales. Por lo tanto, y al ser una especie conciente e inteligente, debe dar muestras de su "superioridad".

Y eso no pasa en la realidad. El hombre ha aprendido en todos estos años diferentes maneras de arruinar su medio y de contaminarlo, aún a costas de que sea él mismo el perjudicado. Todo en pos de sus intereses y ambiciones.

Con respecto a los derechos de los animales lo mismo.

Es inconcebible que hoy en día haya empresas que sigan realizando experimento sobre animales. Eso no es ciencia, es una aberración que tiene una frontera muy difusa con los experimentos de los nazis sobre seres humanos.

Es inconcebible también la industria peletera. Matar animales salvajes para prendas costosas o criarlos en condiciones inaceptables en jaulas son muestras de nuestras mayores bajezas. Bajo ningún punto es aceptable que para vestirse bien un ser vivo tenga que ser masacrado.

El tráfico de animales es otra cosa aberrante. Es aberrante usarlos como entretenmiento en circos o zoológicos. Es aberrante, en resumen, usarlos como si fueran objetos o mercancías.

Las tradiciones centenarias que se bastan en el maltrato a seres vivos deben ser eliminadas. Las corridas de toros en España, las riñas de gallos en México o el rodeo en Chile, entre otros ejemplos, no pueden ser nunca tolerados como una herencia cultural reivindicable.

El negocio de las mascotas es otra cosa que debe trabajarse desde el Estado. No se puede aceptar que cientos de perros abandonados anden por las calles expuestos a cualquier riesgo (ser atropellados, secuestrados y ejecutados, que sean usados para peleas clandestinas) y exponiendo a riesgos a los transeúntes.

La caza y la pesca por deporte deben ser tambien algo para avergonzarse. ¿Bajo que punto de vista puede ser divertido matar a un animal salvaje para coleccionar su piel o su cabeza, o sacar a un pez de su medio y luego insertarlo lastimado en el agua?

Todo esto debe ser un motivo de indignación por parte de los sectores combativos. El ser humano debe también aprender a manejar a la naturaleza con responsabilidad.

Y finalmente, un tema delicado: ¿qué hacemos con la carne? En lo personal no me parece que consumir carne, leche o huevos esté mal. Pero si creo que tanto la crianza en las granjas como la pesca deben estar rígidamente reglamentadas. Así como no se puede permitir que se exploten inhumanamente obreros, tampoco se debe permitir que se maltrate a los animales.

Somos animales, es verdad. Pero eso no significa eliminar a las otras especies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario