martes, 19 de abril de 2011

Policía, policía


Unas fuerzas de seguridad totalmente corruptas y metidas en cuanto asunto turbio uno pueda imaginarse. Además con cientos de causas en su contra. ¿Qué se debe hacer? Aquí algunas sugerencias.


En el artículo me refiero específicamente a las Policías: Federal, Metropolitana y provinciales. Pero puede aplicarse también a otras fuerzas de seguridad como la Gendarmería y la Prefectura.

El problema de raíz
Gente mala, sádica y ladrones de gallinas hay en todos lados. Por supuesto que quien delinque tiene que ser jugado y encarcelado, pero la culpa del nivel de corrupción que tiene la fuerza no es de los perejiles de bajo rango que meten la mano en la lata o de los psicópatas que torturan por placer que, repito, deben ser juzgados con todo el peso de la ley.
El problema son aquellas enormes redes delictivas de diferentes delitos (contrabando, narcotráfico, trata, etc.) donde la policía es encubridora e incluso partícipe, y donde también está metido el poder político y mucha gente poderosa.
Esas redes son protegidas por todo el aparato estatal policial, y mientras sigan siendo protegidas la impunidad y la corrupción va a reinar en la fuerza.

La poca preparación
Quienes aspiran a entrar a la fuerza son entrenados en ideologías totalmente conservadoras y reaccionarias, y sin respeto por la vida humana. No hay ninguna clase de examen que prohíba que la gente demente o con tendencia al delito obtenga su placa.
Eso es algo grave, ya que quienes deben ir a las fuerzas deben tener la preparación física y psíquica adecuada.

Sin marco legal específico
Las Fuerzas de Seguridad son parte del estado, dependen del poder ejecutivo (quien los comanda), el legislativo (de allí salen las leyes por las que deben velar) y el judicial (son su mano armada). Pero sin embargo, no existe un organismo específico que juzgue a los integrantes de las fuerzas como un caso especial, ya que cualquier delito común que cometan tiene implicancias también estatales.
Por lo tanto, es necesaria la conformación de un tribunal, organismo o comité especial de índole estatal que se encargue de investigar, vigilar y juzgar a quienes se amparan en el Estado para cometer sus delitos.

¿Disolverlas?
Sería una buena solución, pero muy complicada y arriesgada. Por el momento creo que con las medidas anteriores se podrían dar buenos pasos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario