viernes, 15 de abril de 2011

El comisario a perpetua


Ayer fue condenado a perpetua el ex represor de la Bonaerense Luis Abelardo Patti junto a otros represores. Un pequeño recorrido por su "honorable" carrera como servidor público.


Entró en la Escuela de Policía "Juan Vucetich" de la Policía Bonaerense a los 16 años y su primer asignación fue en los suburbios del norte de Buenos Aires en los partidos de Pilar y Escobar en 1970. El 30 de diciembre de 1971 recibió su primera ascensión cuando fuen nombrado oficial subayudante segundo en Escobar.

Entre 1973 y 1976, Patti se desempeñó como oficial principal en la seccional de Escobar, bajo las órdenes del comisario Zabaleta. Siempre se dijo que eran frecuentes sus divergencias y enfrentamientos con algunos de sus superiores y compañeros por el maltrato que propinaba a los detenidos y las irregularidades que cometía en los procedimientos.

Durante la última dictadura militar, Patti se desempeñó ya en las seccionales, brigadas y unidades regionales de Escobar, Tigre, Exaltación de la Cruz y San Martín. En 1975, también trabajaba en el destacamento policial Otero, en Victoria, en el que funcionaba un campo de concentración. Sus superiores serían luego hombres del círculo íntimo del general Ramón Camps, en aquel momento jefe de la Policía bonaerense. Los primeros años de la dictadura militar lo encontraron en Tigre y San Martín; el entonces coronel Ramón Camps, firmó en el legajo varias felicitaciones. Una de ellas remite al 19 de febrero de 1977. Ese día, según la versión policial, Patti y el cabo Jesús de la Cruz persiguen a tres supuestos delincuentes que habían asaltado un comercio de Escobar, los alcanzan y: “Ante la orden de detención los malvivientes responden con armas de fuego originándose un nutrido tiroteo en el que resultan abatidos los tres asaltantes. Por ello el jefe de Policía felicita al oficial subinspector Patti, por la encomiable labor desarrollada”. Como se sabe, Camps fue una pieza neurálgica del terrorismo de Estado. Tuvo a su cargo la Bonaerense desde abril de 1976 hasta diciembre de 1977, los años más cruentos de la represión.

Entre los años 1974 y 1977, mientras trabajaba en la comisaría de Escobar, Patti estaba a cargo del área de inteligencia y recorría las fábricas de la zona buscando listados de delegados que luego fueron detenidos ilegalmente.

En 1982 fue sancionado por la propia jefatura de Policía por vejar y agraviar a un subalterno.

En el año 1983 Patti fue investigado y procesado por las muertes de Osvaldo Agustín Cambiaso y Eduardo Daniel Pereyra Rossi. Luego, fue sobreseído provisoriamente.

Desde 1983 hasta 1992, cuando renunció al cargo, Patti se desempeñó en la Brigada de Investigaciones de San Martín, en la Dirección Cuerpos, en el Cuerpo de Caballería del Escuadrón San Isidro, en el Escuadrón de Caballería de San Isidro y La Matanza, en la U.R. San Martín, en la Comisaría 2º de Escobar, en la Comisaría 1º de Pilar, en el Grupo Operativo Halcón, en la Brigada Especial Operativo Halcón, en la Comisaría 1º de Florencio Varela y en la Subjefatura de Policía en La Plata.

Durante este tiempo, en dos oportunidades fue pasado a la disponibilidad preventiva sin goce de sueldo, en 1990 y en 1991. En ambos casos se debió a investigaciones judiciales que involucraron procesamientos y, en uno de los casos, su detención.

En 1991 el entonces presidente Carlos Menem le encomendó, junto al jefe de la División Homicidios de la Policía Federal, comisario Enrique Saladino, la investigación del resonado caso de asesinato de la joven María Soledad Morales, en Catamarca. Estas designaciones provocaron que el juez que atendía el caso, Jorge Córdoba Ruiz de Huidobro, presentara su renuncia.

El nuevo juez de la causa, José Luis Ventimiglia, fue testigo en una discusión entre Patti y el oficial de la Penitenciaria y abogado Alfredo Kershman. En esta, Patti acusó de traidor a Kershman por pertenecer a una fuerza policial y negarse a realizar apremios ilegales a los acusados y a los testigos. El juez tuvo que evitar que se tomaran a golpes de puño, y luego realizó varias quejas contra las actuaciones de Patti. A pesar de esto, el subsecretario de Justicia, César Arias, prorrogó el mandato del policía por pedido expreso del primer mandatario Carlos Menem.

Patti concluyó que se trataba de un crimen pasional, apartando de la causa y dudando de la culpabilidad del hijo de un poderoso político local (Guillermo Luque), hijo del diputado nacional peronista Ángel Luque). Patti seguía sosteniendo la versión que incriminaba a Luis Tula y adelantaba que sólo explicaría las razones por las que dejaba el caso, a la persona que confió en él: Carlos Menem.

Luego de estas declaraciones, el 2 de marzo, el diputado justicialista titular de la comisión pro-esclarecimiento, Miguel Marcolli explicó “Disiento con la tesis sostenida y mantenida en forma fraudulenta por el subcomisario Patti. Solicitó un informe forense a través de sus amigos, quienes han determinado una sobredosis de droga que cambiaría violentamente la carátula y lógicamente las penalidades previstas”. En esa hipótesis, según Marcolli, se reducía la participación de Luis Tula en el asesinato. Ese mismo día, el juez del caso, confirmó oficialmente en una conferencia de prensa que María Soledad Morales murió por sobredosis de cocaína y relevó del cargo a Patti por las múltiples acusaciones de apremios en su contra, las que le valieron una causa por aplicación de tormentos aunque esta nunca prosperó.

Si algo lo caracteriza, aparte de su sadismo innato, son las múltiples acusaciones que tiene en su contra. Datan desde sus primeros años en la Policía Bonaerense. Fue investigado sumarialmente por la misma institución en repetidas oportunidades por cargos como apremios ilegales, atentado, resistencia a la autoridad y cuádruple homicidio en riña, Privación ilegal de la libertad, apremios ilegales y hurto, Tentativa de robo, atentado, resistencia a la autoridad, abuso de armas y homicidio en riña, Atentado, resistencia a la autoridad, abuso de arma, doble homicidio en riña y tenencia de arma de guerra, Tentativa de robo, atentado y resistencia a la autoridad, lesiones graves en riña, privación ilegal de la libertad y robo de automotor calificado, entre otros.

Patti fue investigado y juzgado por la justicia de la provincia de Buenos Aires en múltiples oportunidades. En 1976 fue juzgado por torturas al detenido Julio Di Battista, pero el juez Clodomiro Luque lo sobreseyó provisionalmente, lo cual nunca fue apelado. En 1983 enfrentó otros dos juicios, por los secuestros y asesinatos de Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi. Nuevamente, ambos juicios fueron suspendidos. [cita requerida] Fue ascendido de categoría hasta llegar a inspector y comisario y fue condecorado.

En 1990, en el marco de una de estas investigaciones, fue encarcelado durante 28 días. La causa era producto de los apremios ilegales impartidos a hombres acusados de robo. Éstos declararon haber sido trasladados a una casa en las afueras de Pilar, donde una de ellas, Mario Bársola, fue golpeada y sometida a la tortura del submarino seco. También testificarons que Patti conectó una batería a un aparato eléctrico y le aplicó corriente en los testículos, y cuando la otra persona, Miguel Guerrero le suplicó que se detuviera comenzó a aplicarle corriente a él también. Luego de presiones varias en favor de Patti, como manifestaciones convocadas por la Sociedad de Comerciantes e Industriales de Pilar, Fuerza Vecinal de San Isidro y Cruzada Cristiana Anticomunista, declaraciones del en aquel momento presidente Carlos Menem, declaraciones televisivas y radiales de Rolando Hanglin, Mariano Grondona, Bernardo Neustadt y Gerardo Sofovich, entre otros, presiones a periodistas, diputados y al mismo juez por parte de un autodenominado “Comando de Interfuerzas Policiales (CIPA)”. El 23 de octubre la Sala I de la Cámara Penal de San Isidro aceptó la recusación de Borrino que había presentado la defensa de Patti por supuesta “enemistad manifiesta, odio contra el subcomisario, apasionamiento y temible parcialidad”. Asimismo, anuló la prisión preventiva y el juez Raúl Casal sobreseyó provisional a Patti, lo cual en esta oportunidad tampoco fue apelado. El 16 de noviembre, el subdirector general de Seguridad de la Bonaerense puso en funciones a Patti, nuevamente al frente de la comisaría de Pilar.

Tuvo también una carrera política. En 1993 se retiró de la Policía y se unió al PJ. A pesar de las acusaciones en su contra, Patti fue electo Intendente de Escobar en 1995 con el 73% de los votos. En 1999 intentó ser candidato a gobernador por el Partido Justicialista, el cual finalmente decidió no hacer elecciones internas y proclamar como su candidato a Carlos Ruckauf. Como cosecuencia de esto y decidido a mantener su candidatura, decidió fundar un nuevo partido al que llamó Unidad Bonaerense, luego renombrado Partido Unidad Federalista (PA.U.FE). Ese mismo año fue reelecto en Escobar y fue candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires, obteniendo el tercer lugar con el 7,7% de los votos. En 2003 Luis Patti volvió a presentarse como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Paufe, secundado por la docente Silvia Leonor Barreiro. Su partido se posicionó como segunda fuerza provincial, alcanzando el 12% de los votos. En 2005 fue candidato a diputado nacional, apoyando desde el Paufe la candidatura a senadora nacional de Hilda González de Duhalde. Obtuvo 5,92% (más de 400.000 votos) y fue electo diputado. Sin embargo, y a pesar de que su candidatura nunca fue impugnada y la Justicia Electoral le entregó el diploma que acreditaba su condición de diputado electo, su asunción fue impugnada por la Cámara de Diputados y se le impidió asumir. En su lugar asumió Dante Camaño, quien anteriormente apoyaba a Eduardo Duhalde pero al asumir se incorporó al oficialismo del entonces presidente Kirchner. El 8 de abril de 2008 la Corte Suprema de Justicia habilitó la asunción de Patti como diputado nacional. El día 17 del mismo mes, El juez federal Alberto Suares Araujo, a instancias del fiscal Jorge Sica, pidió a la Cámara de Diputados el desafuero de Patti en el marco de la investigación por presuntas violaciones a los derechos humanos. El pedido fue aprobado por los Diputados el 24 de abril, y ese mismo día Patti fue detenido y trasladado al Penal de Marcos Paz.

En 2007, Luis Patti fue detenido acusado de privación ilegítima de la libertad en el marco de la causa que investiga la desaparición y el asesinato de Gastón Goncalvez y Ana María del Carmen Granada. Previamente el Juez Juan Carlos Marchetti había ordenado su procesamiento por homicidio reiterado calificado, cinco meses más tarde fue desprocesado.

Sus seguidores aseguran que la causa en su contra fue montada por el gobierno nacional y que Patti es un "perseguido político". Sus abogados defensores pidieron y lograron su libertad, tras 145 días preso, argumentando que el fallo de 2008 de la Corte Suprema de Justicia que lo habilitó para asumir como diputado nacional le otorgaba inmunidad. Sin embargo, Patti volvió a prisión tras ser desaforado por la Cámara de Diputados el 24 de abril.

El jueves 14 de abril de 2011, el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, integrado por los jueces Lucila Larrandart, Horacio Segretti y María Lucía Cassaín sentenció a cadena perpetua en cárcel común al ex general Santiago Omar Riveros, al ex dictador Reynaldo Bignone, al ex agente de inteligencia del Ejército Martín Rodríguez y al propio ex comisario Luis Abelardo Patti por las causas de asesinato, durante la última dictadura militar Argentina, de Gastón Gonçalvez, del ex diputado nacional Diego Muñiz Barreto, entre otros crímenes de lesa humanidad. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en referencia al fallo se expresó "Es un día muy importante para toda la Argentina. Esto sana y cura y permite no olvidar. Pero todavía falta mucho".

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